“Es inviable en todo sentido”, indicaron representantes de la Unidad Ecológica Salvadoreña (UNES), refiriéndose a la construcción de la presa hidroeléctrica El Chaparral. El proyecto que se encuentra al norte de San Miguel, inició su construcción en el 2008.
La Comisión Ejecutiva Hidroeléctrica del Río Lempa (CEL), y la empresa constructora Astaldi, diseñaron el proyecto para que en 2013 entrara en ejecución, pero los daños causados por la tormenta Agatha retrasaron la obra y se requirió de un rediseño.
Astaldi señaló que por motivos de seguridad no se realizaban trabajos en dicho margen y que sería necesario rediseñar los planos de la represa, esto aumentaría el presupuesto que estaba definido en $219 millones.
CEL y la empresa italiana manifestaron tener diferencias marcadas por la construcción de la presa que se encuentra sobre el río Torola. Es en este marco que ambos decidieron extinguir el contrato por mutuo acuerdo; por lo cual la autónoma le estaría pagando a la empresa contratista la cantidad de $108 millones.
El Fiscal General, Luis Martínez, informó el pasado viernes que está investigando posibles “irregularidades” en la construcción de la represa, sin especificar los posibles delitos que investiga la institución que preside.
Por su parte, el presidente Funes manifestó que el cierre del contrato con Astaldi era para evitar irse a un juicio arbitral que “implicaría al país erogar una buena cantidad de millones de dólares”. El mandatario dijo en su programa radial ““Conversando con el Presidente” que no ve ningún problema con la investigación que lleva a cabo la fiscalía y pidió celeridad a Martínez.
“Inviable, no es factible e innecesario”
El presidente de UNES, Ángel Ibarra, en conferencia de prensa criticó al gobierno por seguir insistiendo en la construcción del Chaparral, expresando que “más allá del caso si lo que se le dio a la empresa italiana es legal o no; se debe de investigar si existió y existe delito ecológico”.
Ibarra puntualizó que “la vida media del río Torola, así como están las cosas en nuestro país, el río se convierte en quebrada de invierno hacia el año 2050. El río ha perdido más del 35% de su caudal en los últimos 40 años, entonces, el río solo va a tener agua cuando llueva; por eso nosotros decimos que la vida útil del Chaparral no es más de 30 años”.
La nueva hidroeléctrica costaría $219 millones, y una vez terminada produciría 65.7 megavatios de energía, equivalentes al consumo de unas 200,000 familias, detalló en el 2008, Nicolás Salume, entonces presidente de la CEL.
“Ahora está valiendo cerca de $ 300 millones, y si te va a producir 65 megavatios; el costo de la energía hidroeléctrica está en el promedio de $1,200 por kilovatio. Si se llega a producir los 65 megas produciría energía cinco veces más cara que el mercado internacional”, resaltó el ambientalista.
La Unidad Ecológica enfatiza que a la Corte de Cuentas de la Republica (CCR), “está obligada a realizar una auditoría ambiental, y no solo una auditoria al presupuesto del proyecto hidroeléctrico”.
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