domingo, 24 de mayo de 2015

Miles de salvadoreños vivieron la eucaristía que proclamó beato a Monseñor Romero

Por: Kevin Díaz

Miles de salvadoreños y salvadoreñas vivieron la eucaristía que proclamó beato a Monseñor Óscar Arnulfo Romero. ¡Romero vive en el pueblo!, fue una las consignas que reiteró la feligresía durante la ceremonia celebrada en la Plaza Salvador del Mundo.

Alegre y emocionado, el pueblo salvadoreño recordaba el legado del obispo mártir y agradecía la decisión del Papa Francisco de beatificar a Monseñor Romero, reconocido a nivel mundial como defensor de los pobres y de las víctimas de violaciones a los derechos humanos.

En su mensaje el enviado especial del papa Francisco, cardenal italiano Ángelo Amato, destacó la vida de Romero y su opción por los pobres que “no era ideológica sino evangélica”.

“Sus palabras no eran una provocación al odio ni a la venganza, sino una valiente exhortación de un padre a sus hijos divididos, que eran invitados al amor, al perdón y a la concordia”, expresó el prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos.

Amato dijo que Monseñor Romero Beato es “una estrella luminosa que se enciende en toda Latinoamérica". En este sentido, hizo el llamado a imitar los valores expuestos como hombre de Dios y servidor de los oprimidos.

Salvadoreños y extranjeros enfatizan que Monseñor Romero es un profeta de la justicia, que libró su vida por amor a su pueblo y por fidelidad al proyecto de Jesús.














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