martes, 21 de enero de 2014

“El principal antídoto en contra de la corrupción, es el control de la ciudadanía”

Por: Kevin Díaz

Organizaciones sociales y medios de comunicación realizaron el foro “Impactos económicos y sociales de la corrupción”. En este espacio funcionarios y representantes de las organizaciones, analizaron en diferentes perspectivas el impacto de la corrupción en la sociedad salvadoreña.

El Procurador para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH), David Morales, señaló que la corrupción “deteriora profundamente al Estado, y obviamente genera deterioro en su capacidad de garantizar los derechos humanos de la población”.

En este sentido, enfatizó que todos los sectores de la sociedad deben sumarse a presionar para combatir la corrupción en los diferentes órganos de Estado. “Me uno a este llamado que presiona; en este momento importante de posicionamientos en contra de este fenómeno que ha gozado tradicionalmente de impunidad”, dijo Morales.

El presidente de la Asociación de Periodistas de El Salvador (APES), José Luis Benítez, indicó que los periodistas deben de trabajar en la investigación de la corrupción,  pero “este no debe de ser juez, ni fiscal”.

 “Es un profesional que está llamado a proveer información veraz, oportuna y corroborada a la sociedad. En esto hay deficiencias y errores”, expresó el representante de APES.

Benítez resaltó que debe de existir transparencia en los medios de comunicación, esto por el conocimiento de que algunos medios tienen lazos con poderes económicos, religiosos, políticos, e incluso con determinados sectores del crimen organizado.

El último en dar su ponencia fue el Ministro de Obras Públicas, Gerson Martínez, quien en el inicio de su trabajo en el ministerio, presentó documentación de las irregularidades en la construcción de la carretera ex Diego de Holguín. El caso en los tribunales, terminó con sentencia de peculado (corrupción) por parte del ex ministro Jorge Nieto, quien sigue prófugo de la justicia.

“La corrupción tiene raíces históricas, sistémicas, políticas y de algún modo culturales; aunque hay una cultura ciudadana y popular que va cobrando cada día más espacio y fuerza”, enfatizó Martínez.

El titular de Obras Públicas, recalcó que los actos de corrupción no deben de prescribir. “Hay otros crímenes que no prescriben, a los corruptos les bastan diez años después que salen de un gobierno y se repitan dos gobiernos cómplices del mismo signo, para que puedan disfrutar de sus millones como ciudadanos honorables. ¡Esto debe terminar, eso es impunidad!”.

Los ponentes coincidieron que “el principal antídoto en contra de la corrupción, es el control de la población a los funcionarios”.  



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